sábado, 27 de febrero de 2010

Reanálisis: Braid (VI)

Capítulo 5:
El camino hasta el parque es recto desde tu casa. En el camino hay un línea roja que delimita por dónde deben ir los ciclistas y los peatones. Esa línea era para tí el camino al cielo, a un parque que nunca pudiste explorar lo suficiente cuando eras pequeño, y por ello lo haces de mayor. Pero ya no pasan trenes por la vía que cruza el parque. Probablemente cuando eras pequeño tampoco lo hacían, pero como no lo comprobaste entonces... esas vías se te han quedado grabadas a fuego en el recuerdo. Por eso, aprendiste que más vale atar cabos que atormentarse eternamente después.
La luz naranja lo inunda todo desde tu espalda. Los bancos, los semáforos... todo adopta formas curiosas en el mundo de sombras que se forma a tus pies. Aquello era como intentar adivinar que forma tenían las nubes, pero en una gran ciudad las nubes esponjosas del campo no tienen cabida, por lo que las sombras del mobiliario urbano eran lo más parecido que tenías para dejar pasar el tiempo.
Tiempo que cada vez te sorprende más. No hace frío, estando en invierno... porque el sol lo calienta todo con un poder inusitado. Te giras y miras directamente al sol. Una gran bola brillante te devuelve la mirada a través de capas y capas de gases tóxicos. Da gusto salir a pasear con un sol así.
Al volver la mirada a la línea roja, tienes un punto negro parpadeante entre medias. Como si el mundo se acabase a 5 metros de tí. Sabes que no es más que el efecto de la radiación solar en tu retina. También sabes que se te pasará en menos de un minuto. Y decides correr hacia ese punto negro, ignorando cualquier precaución, como si fueses pequeño de nuevo.
...
Cuando recuperas el aliento, ya puedes ver claramente. Estás en frente de la bóveda del planetario. Decides sentarte en un banco, que mira a las abandonadas vías del tren... No hay nadie allí. Sólo hay una nota en el banco de enfrente. Cruzas para leerla.
"No has estado. Eres lo peor."
El reloj del planetario dice que son las siete y media.
No entiendes la nota...
En ese instante, recuperas tu sentido sobre la situación. Miras el móvil.
"Qdamos en el parq dl plnetario a las 6 mñn?"
En ese instante, un tren cruzó el parque. El primero en más de 50 años... Y su estruendo llega a tiempo para ocultar un grito de rabia que cruza el viciado aire de ciudad.

1 comentario:

nonoko_hanajima dijo...

Ay, pobrecito se le fue el Santo al cielo y perdiço su opurtinidad ... TT_TT