martes, 23 de febrero de 2010

Reanálisis: Braid (I)

Debido a que una de mis entradas anteriores era demasiado críptica, me dispongo a intentarlo de nuevo.
Capítulo 1:
Tu vuelves del instituto. Ni siquiera tienes fuerzas para quitarte el uniforme. Simplemente llegas y decides desaparecer. Si ya no estás, es mucho más probable que las cosas no salgan mal. Decides analizarlo como lo analizas metódicamente. Ya sabes que si dejas caer una moneda caerá por una de sus caras, nunca de canto. Pero ante tus ojos ves como la moneda cae de canto una y otra vez. Y eso te rompe todos tus esquemas.
Tienes los datos. Sabes que hay más valor en un papel escrito a mano que en un billete de diez. Por eso apuntas desde que entraste al instituto todo lo que te pasa. Todo lo que llama tu atención. Y no sólo lo apuntas. Un libro encuadernado a la antigua, con tapa verde. Cuestan lo suyo, pero el contenido de sus páginas vale varias veces más.
En un sistema tan básico, pero tan complicado, sólo te queda el ensayo y error. La lección se aprende, pero el daño es irreparable. Y dado que el daño ya está hecho, ¿qué más dá meter el dedo en la yaga?
Sólo ha habido dos elementos en el problema. Uno eres tú. El otro es "ella". No hay más. Y cada persona es un mundo, que reacciona con el medio, creando infinitas realidades alternativas. En una de ellas, la ecuación deja de ser incompatible.
Te metes en la cama. Dejas de pensar. Te invade su imagen. Y maldices el momento en el que te entregó el examen más difícil al que te enfrentaste nunca.

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