sábado, 31 de octubre de 2009

Análisis Yume Nikki

Una chica se encuentra en su cuarto, que da a una pequeña terraza. En su cuarto hay un escritorio, una televisión con una consola y una cama. En la terraza están las cuerdas de tender y una escoba. La puerta de la habitación al exterior es una barrera, simplemente no es una opción. Y la cama se vuelve una gran opción cuando el único videojuego de la consola va de recoger cosas que caen del cielo infinitas veces. Pero es que todo empieza cuando te metes en la cama.
Antes de continuar: ¿Has tenido un sueño (de los que se tienen durmiendo) hace poco? ¿Eres capaz de relatarlo? Perfecto. Con o sin sentido, los sueños son cosas distintas a lo que es nuestra vida, la realidad. Y esa pequeña diferencia daría mucho juego si supieramos como manejarnos en esa extraña realidad paralela. En Yume Nikki puedes.
Y vaya si da juego. Se supone que es una demo, una versión 0.10, pero en el mundo de los sueños es suficiente para un buen juego. Resulta que cuando Madotsuki se despierta, está soñando, o eso parece. La verdadera puerta es la cama, ¿la puerta sería la verdadera cama? Pues algo así, porque es un juego que, si lo juegas por primera vez durante más de 20 minutos, tendrás que pellizcarte para salir.
En el intenso sueño habrá: Puertas, monigotes fluorescentes, fondos cambiantes, espejos líquidos, (mucha) sangre, cosas japornesas, gente, más puertas, fichas de lego, leones, dragones, mazmorras, caballeros, caballos, caballas, muertos, vivos, no-muertos, no-vivos, narices, ojos desorbitados, piernas que patalean sin dueño, más puertas, laberintos, colores estridentes, asquerosidades, caras que desaparecen, caras que ... UBOA!!, caras amorfas, gente con dos caras, gente sin cara, diablos, personajes de mitología clásica, personajes de mitología japonesa, personajes de mitologías que no conoces, cuadros cuadrados, cuadros circulares, cuadros sin forma, atonalidades, colores que nunca habías visto, cocos, peras, frutas exóticas que corren hacia tí, extranjeros que no hablan tu idioma, sillas de escritorio con poderes mágicos, cosas que desconoces, ranas, mujeres sin caras, una delgada figura que se lamenta por ser gorda, una figura gorda de la que Freud podría decir mucho, una rubia, una morena, conejos, ojos apuñalados, teletransportadores, teles que te transportan, ascensores, conos que limitan tu paso, una fase que recuerda a la primera consola de una compañía de videojuegos japonesa, familiares tuyos, el zapato que perdiste, perros, chicles pegados en las paredes, casas con un interior más grande que el sitio donde se encuentran, tipos afligidos, barro, globos de colores, trenzas, un tren que hace zas, fantasmas sin cara, tú, coches averiados, fondos de pantalla olvidados, pañuelos usados, pañuelos sin usar, pantorrillas que intentan hacerse las interesantes, precipicios, monedas de oro, menus de inicio, enemigos amigables, amigos antipáticos, setos que no te dejan pasar, poderes mágicos a secas, un agujero en un pantalón de un amigo, madera, bosques putrefactos, esquinas limadas, limones con esquinas, helados de lima, climas helados, codos pelados, bufanda, un tanque que parece una bicicleta, una bicicleta con cesta y timbre, una moto invisible, un avión que es tan grande que no sabes que está ahí, él, el sentido de la vida, paredes con ojos, baldosas vivas, amaneceres terroríficos, una bella escena a la luz de la medianoche, un piano muy largo, un camaleón en blanco y negro, una letra griega, esos kilitos de más, eso que dices muchas veces y que no sabes qué significa, el amor, ella, un banco al lado de una farola, una farola pequeña, una gorrita-paraguas que te hace parecer tonta, el examen de lengua que te salió regular, una muerte dolorosa, un water en mitad de un campo, un niño que te señala, tú encerrada en un armario, pinos que no dan piñas, carreteras sin fin, el fin de la carretera, un chico al que se le ha ido la cabeza, vacas, una chaqueta sin mangas, un manga sobre chaqueteras, un fracaso desde el principio, faltas ortográficas, tus familiares hablando de lo que huele tan mal, ese tío que te lleva siguiendo desde hace un tiempo y que te pone de los nervios porque crees que te acosa, una parada de autobus, una pelota afilada, un chubasquero, un librote que no tiene asa, un traje de cavernícola de tu talla, alguien que no habla bien tu idioma, un rotulo rimbombante, el churrasco que te metes entre pecho y espalda cuando visitas a tus abuelos, dos aviones azules, un melón desnudo, un cuchillo afilado, Borja Perez, unas zapatillas de correr, una melodía que joroba la situación, más puertas, UBOA!! (a veces se traduce como UPOA!!), accidentes de conversación, accidentes de coche, accidentes geográficos, un extraño bulto del que Freud podría hablar mucho, el diablo en calzoncillos de pana, píxeles, una mesa partida por una katana, todo tipo de ropa de invierno, gente que no abre los ojos, gente que no abre los ajos porque les dan arco, repugnancia en tu mano, tu cabeza en tu mano, tu mano en tu cabeza, soy Alfredo Landa y soy una bellísima persona, un cuadro cuyo marco vale más que la foto, publicidad subliminal, gente gritando a lo lejos, sendas sectas para dos setas, cacos y sus correspondientes cacofonías, cacas de perro, manos que salen de agujeros sinuosos, kanjis para olvidar, una canción para hilar el destino de una parca, un aparcamiento de ballenas, una silla que va llena, un tipo que dice que te conocía, una ventana cerrada, asesinatos cometidos por tí, un periódico que relata acerca del suicidio de una tal Madotsuki, una chica que cree que la sigues, malas intenciones de color lila, un muelle que te lleva de provincia en provincia, si lees esto debes decir pimiento, una caja de herramientas, herraduras con obsidiana incrustada, lo que nunca debiste hacer, un pasado turbulento, un libro con un título en inglés, un letrero de cara a la pared, una cámara escondida en un ataud, el sindrome de Diógenes, Reumi Hakurei, cazadores de cazadoras, cazadoras de cuero, presas que se pluriemplean como anzuelos, una naranja mecánica, un post muy aburrido en un blog que leen cuatro personas, un vídeo con una canción que nunca debiste de oír, un poema con ritmo de bossanova, una candidatura poco acertada, unos poblados asentados sobre poblados a-levantados, odio, acrónimos, una chica llamada Madotsuki y yo. Descargatelo, es tu deber.
PD: La música del segundo vídeo está hecha originariamente para un Fanvídeo del Touhou, me someteré temporalmente a la voluntad del que sea capaz de aportar el link a dicho vídeo.
PPD: Esta entrada era para Halloween, pero la lista onírica aumentó demasiado.
PPPD: Pellizcate la mejilla. Te llevarás una sorpresa. O no lo hagas si te gustan las cosas tal y como están.

2 comentarios:

Sheikiah dijo...

A mí me salió UBOA a la tercera vez que apagué la luz, eso fue un shock que... UBOAAAAAAAAAAA!!!!

nonoko_hanajima dijo...

Me perdí después del primer video O.O